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Jul 05, 2023

Revisión de la ciudad de Kokomo

El sencillo documental de D Smith, explicado elocuentemente por sus glamorosos temas, cubre todo el espectro de la experiencia.

Filmado en un monocromo curiosamente cálido que acentúa el glamour escultural de sus entrevistados, el documental construye un retrato colectivo de varias mujeres trans negras que en algún momento han sido trabajadoras sexuales. Dirigida, filmada y editada por D Smith, una mujer transgénero que solía ser productora en la industria musical, y realizada con un presupuesto de tanga, la película cubre mucho terreno de una manera relajada y sin esfuerzo. Comienza con una historia real horrible y luego sorprendentemente divertida contada por Liyah Mitchell sobre cómo se encontró con un cliente con un arma y lo atacó, temiendo que estuvieran a punto de recibir un disparo. En pocas palabras, el arma era sólo para su autoprotección y terminaron teniendo relaciones sexuales de todos modos.

Pero no todas las anécdotas son tan divertidas y alegres. Se habla mucho del lado oscuro del trabajo sexual, desde la forma en que puede adormecer emocionalmente a los trabajadores hasta historias de amigos que contrajeron el VIH y luego murieron de SIDA, o fueron asesinados por clientes violentos. En verdad, esto cubre todo el espectro de experiencias, todo ello explicado elocuentemente por los sujetos, una variedad de mujeres que cuentan sus verdades sobre clientes que no pueden ser honestos consigo mismos, sus complicadas relaciones con amigos, familiares y mujeres cis, las legado de la cultura esclava y sus afeitadoras eléctricas portátiles favoritas.

La experiencia musical de Smith se manifiesta en la forma contrapuntística en la que edita imágenes de las mujeres hablando directamente a la cámara y luego coloca la banda sonora sobre fotografías de ellas bailando, posando y coqueteando con la cámara, o besándose con sus novios habituales. El título, según una entrevista en NPR, proviene de una canción de un artista de la década de 1930 llamado Kokomo Arnold cuya melodía, Sissy Man Blues, le pide al Señor que le traiga al orador cachondo un "hombre mariquita" si no puede tener un mujer. Es un hallazgo encantador e insinúa las profundas raíces de la bisexualidad y la identidad trans en la cultura negra. Con una duración de 78 minutos, esta es también una de esas raras películas que te encantaría ver si fuera más larga, especialmente a la luz del hecho de que uno de los sujetos, Koko Da Doll, que se ve aquí hablando sobre la alegría de actuar en el espacio supuestamente seguro de un bar de striptease exclusivo para trans- fue asesinado a tiros en abril pasado.

Kokomo City se estrena el 4 de agosto en los cines del Reino Unido e Irlanda.

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